Hoy en día, es fundamental que los
educadores puedan alcanzar una comprensión crítica y reflexiva no sólo de lo
que son las tecnologías de la comunicación y la información, sino también de
todas las dimensiones y aspectos que se entrecruzan y conjugan en ellos.
Alcanzar, pues, una profunda comprensión acerca de la problemática tecnológica,
junto con una adecuada desmitificación tanto de sus aspectos positivos como
negativos, resultará muy útil para poder responder a los desafíos que la
sociedad actual plantea y demanda a la institución educativa.
En este sentido, los profesionales de la
educación deberán tratar de arribar a una concepción positiva del cambio
tecnológico y abandonar, en consecuencia, las antiguas prácticas y perjuicios
tecnofóbicos – es decir, de rechazo a la tecnología -, a fin de visualizar al
mencionado proceso de cambio como una oportunidad de transformación que permita
enriquecer los procesos de enseñanza aprendizaje destinados a lograr la
consolidación de un aprendizaje significativo que complemente el desarrollo de
habilidades, las capacidades y destrezas que sus estudiantes necesitarán para
enfrentar exitosamente los desafíos que les depare el futuro.
Con este propósito, será preciso que los
educadores consideren la tecnología desde una perspectiva histórica, social y
cultural, a fin de tener a su disposición todas las herramientas necesarias
para realizar un análisis global, comprender sus aplicaciones e implicancias en
la sociedad actual y, consecuentemente, poder tomar decisiones certeras y
apropiadas en relación con los recursos indispensables para estar actualizados
y lograr, de esta manera, un adecuado desempeño profesional.
Los métodos
y medios de enseñanza adquieren una relevancia especial, porque de ellos se
vale el docente para organizar y dirigir el proceso pedagógico. Están
determinados, en primer lugar, por el objetivo y el contenido de la educación,
que se convierten en su criterio decisivo de selección y empleo. En el proceso
docente educativo el maestro tiene una función muy importante y los medios de
enseñanza multiplican las posibilidades de ejercer una acción más efectiva
sobre los alumnos, se ha planteado que los medios de enseñanza son los
componentes del proceso educativo que sirven de sostén material a los métodos
de enseñanza. Es decir, resulta imposible separar los medios de los métodos.
De todo esto
se puede deducir la importancia de los medios de enseñanza para hacer más
objetivos los contenidos de cada materia de estudio y, por tanto, lograr mayor
eficiencia en el proceso de asimilación del conocimiento por los alumnos y
crear las condiciones para el desarrollo de capacidades, hábitos, habilidades y
la formación de convicciones: reducen considerablemente el tiempo necesario
para el aprendizaje; permiten un mayor aprovechamiento de nuestros órganos
sensoriales; se logra una mayor permanencia en la memoria de los conocimientos
adquiridos; se eleva la efectividad del sistema escolar; se puede transmitir
mayor cantidad de información en menos tiempo; motivan el aprendizaje y activan
las funciones intelectuales para la adquisición del conocimiento; facilitan que
el alumno sea agente de su propio conocimiento, es decir, contribuyen a que la
enseñanza sea activa y permiten la aplicación de los conocimientos adquiridos.
Edgar Darío Peña Arango
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